martes, 11 de julio de 2017

CON PAPEL Y LAPIZ ANDANDO EL CAMINO.

En fechas atrás de lo que llevamos de este año 2017, visité un museo que ofrece información en torno a las cuevas de arte rupestre que minan todo el mundo. Era un museo muy amplio, con muchas piezas, copias, paneles, videos, pantallas a modo de minicines… un gran despliegue de lo que físicamente esas cuevas nos han dejado y de lo que muchos interpretan sobre esas pinturas  que nuestros ancestros realizaron sobre la roca. Muchos metros cuadrados dedicados a todo aquello que veían y tocaban aquellos primeros humanos… interesante. 

Fué entonces cuando lo ví, en un rincón de la sala, allí estaba. Un panel que hacía referencia a una conjetura que poco a poco está teniendo cada vez mas fuerza; en realidad siempre ha estado ahí, pero científicos y arqueólogos siempre la han desacreditado, una visión tan real y evidente que ya no se puede esconder y que mínimamente, aunque sea en un rincón aparece en estos grandes museos.


¿Qué pretende un artista cuando dibuja?, ¿en qué repercute?, ¿qué genera?. Todo artista que sienta y realice sus obras con el corazón sabe que no sólo genera un elemento físico, material, auditivo, no solo es algo que se puede guardar, grabar o imprimir…
Los primeros seres humanos lo sabían, sus plasmaciones artísticas tocaban aquello que va mas allá de lo que los sentidos del cuerpo y la mente pueden percibir. Nuestro ser interior se expresa con el arte, pero un arte que se realiza con pasión y disfrute.


Por eso, aquel único panel de aquel inmenso museo ya empieza a hacerse notar. Antes, en los albores de la humanidad, nuestro ser interior estaba listo para desarrollarse y era mas fácil hacerlo patente, sin embargo, los sistemas de aquellos que siempre han querido apropiarse de todo y hacernos esclavos, han intentado taparlo, acallarlo… bien saben estos que es imposible eliminarlo y que poco a poco el ser humano  se dará cuenta del potencial que alberga y entonces llegará el dia, muy pronto, en que será ÉL MISMO.

Dibujando tranquilamente desde esta madre tierra que amablemente nos acoge, os deseo un feliz verano y seguimos camino.